comienza como un arroyo, primero
superficial, luego
cada vez más profundo
mientras aumenta su claridad
asaku ideshi
kokoro no mizu ya
tatauran
sumiyuku mama ni
fukaku naru kana
el rostro de la luna: momento
en que te recordé. Límpido,
hasta que mis propias lágrimas
volvieron a empañarlo.
kuma mo naki ori shi mo hito o omoidete kokoro to tsuki o yatsushitsuru kana
Para el que está
deseoso de recuerdos
en este bajo mundo:
¿por qué no preguntarle a la luna?
Podría oír la mejor respuesta
nanigoto ka
kono yo ni hetaru
omoide o
toekashi hito ni
tsuki o oshien
En ti, quien sabe cómo,
la urdimbre de tan
delicada tela no se
desgastará; ojalá me ciñeras,
a ti urdido
Kimi o ikade
komaka ni yueru
shigeme yui
tachi mo hararezu
narabitsutsu min
Al ver un cerezo añoso con unas pocas flores…
Me afano por mirar
las escasas flores que este árbol
añoso consiguió abrir…
el sentimiento nos une: ¿cuántas
primaveras luego nos reúnen?
Wakite min
oigi wa hana mo
aware nari
ima ikutabi ka
haru ni aubeki
Aquella noche cuando
nos amamos en mi sueño,
resolví no despertar jamás
a
que la noche eterna es un mísero destino.
au to mishi
sono yo no yume no
samede arena
nagaki neburi wa
ukarube keredo
Todos los poemas de Saigyo son extraidos del ¨Espejo de la luna¨, traducción José Kozer.Editorial Miraguano, Serie: Libros de los malos tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario