EL JARDÍN DE LAS MENTIRAS.


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SAMSARA.

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Granada, Andalucía, Spain
Tanto si la oímos como si no, suena la flauta del tiempo interno. Robert Bly, book of Kabir.
Ni vivir puedo en tu ausencia,
ni vivo cuando te veo,
ni es del mundo este deseo
que consume mi existencia.

-Blanca Ríos, escritora-

miércoles, 6 de enero de 2010

POEMAS

Decía el maestro.

No mires la espada,

te hechizará

No mires el rostro,

te atemorizará

No mires el vacío,

te debilitará

No mires el piso,

te desequilibrará

No mires tu integridad,

te hará dudar

Mira el eco, en la luz, de tus movimientos

Al estar frente a tu espíritu respiraras la Paz entre las Espadas.

Hsing She

(Siglo XX)


Como templé mi espada ?

Me puse a escuchar el arroyo que absorve el universo golpeando entre las rocas,

lavando las rojas algas,

capturando los reflejos de la tarde,

Y enfriando los pesares,

que siempre pasan, que son limitados, y que anidan en los recovecos que te vigilan cuando transitas en el arroyo de las Montañas.

Hsing She

(Siglo XX)


La apacible calma es el máximo logro de la virtud

La Flexible soltura es la llave del Gran Camino

Si te desprendes con serena alegría,

Podrás aprovechar la existencia verdadera

Poema Taoísta

Anónimo


“Llegue a este solitario valle,

buscando sentimientos de otro mundo.

Desde lejos, el paso de piedra labrada

apunta allí donde se encuentran algunas nubes blancas.

El monje en la abertura del valle

es un amigo, aunque su nombre se me escapa.

Por el estanque navega una joven luna,

mientras cruza su reflejo en el cielo.

Arriba se levanta, hasta la suavidad,

un nebuloso camino de estrellas.

Quien sino un taoísta residiría

tan por encima de la hierba silvestre?

De la cumbre con rayos de luna, se oye

el dulce tañido de la campana de piedra”.

Wang Yang Ming

(Siglo XIV)


¿Me preguntas porque habito en

estas colinas verde jade?

Sonrío. No hay palabras

que expresen el sosiego

de mi corazón.

¿No ves lo fascinante

de la flor del Melocotón

arrastrada por el arroyuelo?

Aquí vivo en otro Reino.

Aquí estoy mas allá del mundo de los hombres.

Li Tai Po

( Siglo VIII )




Elevándome por los aires

voy a descansar

en la isla de los Afortunados.

Deseo ser compañero del Inmortal

que cabalgó sobre el Viento

Bebiendo néctar, me ciño

con la niebla de la Aurora

Flotando vigoroso alcanzo

los confines del firmamento

Fundido con el Universo,

mía es la completa Libertad

Desechando el mundo de Polvo

soy Libre de sus frenos.

Anónimo

( Siglo I a.C )

domingo, 3 de enero de 2010

DELIRIO Y DESTINO

NO SIENDO NADA O APENAS NADA,
POR QUÉ NO SONREÍR AL UNIVERSO,
AL DÍA QUE AVANZA,
ACEPTAR EL TIEMPO COMO UN REGALO ESPLÉNDIDO.
María Zambrano.
"Delirio y destino", Madrid.
Ed. Mondadori, 1989.
Pág. 21-22.












































NADA EN PROPIEDAD

Nada en propiedad, todo prestado.
Estoy empeñada hasta el cuello.
Tendré que liquidar la deuda
entregándome a mi misma.

Así está establecido:
devolver el corazón.
Devolver el hígado,
y cada uno de los dedos.

Es tarde para cambiar las cláusulas del contrato.
Me harán pagar la deuda
junto con mi piel.

Ando por un mundo repleto de deudores.
Sobre unos pesa
el embargo de las alas.
Otros, quieran o no,
declararán las hojas.

Cada tejido nuestro
está en DEBE.
Ni una pestaña, ni una ramita
podrá ser conservada para siempre.

Hasta último detalle está inventariado,
y todo parece indicar
que hemos quedarnos sin nada.

No logro recordar
dónde, cuándo y para qué
permití que me abrieran
en cuenta.

La protesta contra eso
es lo que llamamos ALMA.
Y es esto lo único
que no está en el inventario.

"El gran número", Wislawa Szymborska.

UN GATO EN UN PISO VACÍO

Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque qué puede hacer un gato
en un piso vacío.
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.

Se oyen pasos en la escalera,
pero no son ésos.
La mano que pone el pescado en el plato,
tampoco es aquella que lo ponía.

Hay algo aquí que no empieza
a la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre
como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.

Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibición
y se han desparramado los papeles.
Qué más se puede hacer.
Dormir y esperar.

Ya verá cuando regrese,
ya verá cuando aparezca.
Se va a enterar
de que eso no se le puede hacer a un gato.
Se irá hacia él,
como si no quisiera,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.

"Fin y Principio", Wislawa Szymborska.